
Me prendo un cigarrillo, cierro los ojos y siento a mi corazón latir a ritmo acelerado. Suspiro y me encuentro dentro de una nube de ansiedad extrema. De golpe tengo una necesidad de plasmar en una hoja lo que tengo en mente.
Ese algo me lleva a hacerlo. Puedo estar en la calle, en el metro, en un bar o cocinando. Esa sensación que me está invadiendo sin pedir permiso, es para mí la inspiración y es tan grande que no abarca en mi cuerpo. Tengo que soltarla como sea.
Hace casi dos años que no sentía esto, y justamente llegó hace algunas semanas. Siento un amor por dentro, una manada de caballos galopando al ritmo de mis latidos. Es una fiebre que siento en mis manos, y al estar más melancólica obviamente es cuando más se apodera de mí. Estoy preparando algunas cosas para mostrar, paciencia.
Hace casi dos años que no sentía esto, y justamente llegó hace algunas semanas. Siento un amor por dentro, una manada de caballos galopando al ritmo de mis latidos. Es una fiebre que siento en mis manos, y al estar más melancólica obviamente es cuando más se apodera de mí. Estoy preparando algunas cosas para mostrar, paciencia.