abril 05, 2009

Las flores en el Arte Oriental

La pintura de flores, pájaros y animales tiene su esplendor en China durante el llamado período Song, entre los siglos XI y XIII, al ser reconocida la condición social del artista, que pasa de ser visto como un artesano a ser considerado un pintor "cultivado".
Los primeros florales chinos ilustraron textos poéticos, que más tarde se transformarían en una disciplina artística, un ejercicio estético destinado a captar el espíritu de las flores.
Nació entonces, la expresión de una cultura espiritual.

Obra de Matsumura Keibun (Japón)

Para lograr estos deseos espirituales había que pasar por un rígido aprendizaje para adiestrar los movimientos del pincel, imprescindible para darle a las obras la sensación de vida, crecimiento y movimiento. Las flores no siempre aparecían solas, las realizaban acompañadas de pájaros o insectos.


Obra de Chao Chi (China)

Características:
  • Simplicidad de las composiciones
  • Aunsencia de artificios y elementos superfluos
  • Conocimientos de los efectos de colores que crea el pincel

Donde mejor se aprecia la habilidad de los pintores orientales para sugerir forma y color es en las pinturas monocromas con tinta china.
El arte de la pintura con tinta, que en Japón se llama Sumi, depende sí o sí de los efectos de los tonos y de la precisión caligráfica con el pincel.

Obra de Tani Buncho (Japón)


Importante destacar que los artistas orientales fueron capaces de darles a las flores un gran sentido de elegancia, simplicidad, frescura y delicadeza. Una pintura dominada de la caligrafía y la mancha lejos de la naturalidad de las pinturas europeas.

1 comentario:

BELMAR dijo...

interesante camino hacia la pasión estética...

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